
LINGüISTICA:
GRAMÁTICA: es el estudio de las reglas y principios que regulan el uso de las lenguas y la organización de las palabras dentro de una oración.
También se denomina así al conjunto de reglas y principios que
gobiernan el uso de un lenguaje muy determinado; así, cada lengua tiene
su propia gramática.
La gramática es parte del estudio general del lenguaje denominado lingüística. Clásicamente el estudio de la lengua se divide en cuatro niveles:
- Nivel: fonético-fonológico.
- Nivel: sintáctico-morfológico.
- Nivel: léxico-semántico.
- Nivel: pragmático.
A veces se restringe el uso del término gramática a las reglas y
principios que definen el segundo de estos niveles. Sin embargo, la
separación de los niveles no es totalmente nítida porque ciertas reglas
gramaticales se realizan en el nivel fonético-fonológico e igualmente
existen parámetros o criterios semánticos que sirven para decidir cuándo
una determinada construcción es gramatical.
Tipos de Gramática
Tipos de gramática hay muchos, algunos afirmarán que son infinitos partiendo de la idea de un hablante / una gramática, pero reducir la noción de gramática a la de idiolecto (la lengua según la usa cada persona) es prácticamente negar la propia idea de gramática.
Por otra parte, no nos centraremos en gramáticas particulares, pertenecientes a tal o cual autor, sino que trataremos las gramáticas generales, pertenecientes a corrientes lingüísticas. En este sentido reduciremos el estado de cosas, por motivos de espacio, a cuatro corrientes lingüísticas, puesto que las que aquí no se traten parten de alguna de ellas. En la bibliografía podrá encontrarse más información para quien quiera profundizar.
Por orden cronológico las corrientes son:
a) Gramática tradicional
b) Lingüística estructural
La gramática tradicional es la gramática normativa por antonomasia. Se basa en la lengua culta exclusivamente, en un intento de prescribir unas normas que fijen la lengua a un nivel estándar que se entiende como prácticamente culto. En relación a las lenguas romances es una gramática calcada literalmente del latín, y en menor medida del griego, que lo que realmente propugna a nivel teórico es la adaptación de la lengua romance a la gramática latina, con sus peculiaridades y sus fallos. Es una gramática incoherente y antieconómica pero muy exhaustiva que sólo deja de lado los fenómenos del habla en su intento de marcar un camino a seguir por la lengua.
1. Clara tendencia prescriptiva, es normativa y, en menor medida, descriptiva por el hecho de que la norma debe basarse en una descripción completa.
2. Presenta una gran influencia de las gramáticas grecolatinas, observable en una orientación básicamente morfológica, centrada en el estudio de la palabra y en el uso un método taxonómico a la hora de analizar las partes de la oración, la sintaxis.
3. Su contenido es fácilmente reducible a definiciones, reglas, listas y paradigmas, sin un lugar para la reflexión lingüística.
4. Sólo se ocupa de la lengua escrita, dejando de lado cualquier manifestación oral.
La lingüística estructural es el fruto de una nueva concepción del lenguaje al ser considerado como objeto de estudio de una ciencia, la lingüística. Surge de los postulados de Ferdinand de Saussure y de su "Curso de lingüística general" (1915) y durante unos años coexiste con las tendencias tradicionalistas, hasta la llegada de la II Guerra Mundial. En ese momento, las teorías del estructuralismo americano se aplican de manera sistemática a la enseñanza de lenguas con el objetivo del adiestramiento lingüístico de los soldados norteamericanos que se desplazan a luchar a otros lugares de habla no inglesa. De aquí surge la lingüística aplicada, de metodología estructural y métodos de enseñanza de lenguas audio-linguales, que tanto éxito tiene entre en las décadas de 1950 y 1960.
El estructuralismo entiende que el lenguaje es una estructura compleja capaz de ser analizada desde el punto de vista de las relaciones establecidas entre sus componentes.
1. El objeto de estudio propio de la lingüística es la lengua, considerada como un sistema abstracto de signos y opuesta al habla, que no es más que la realización concreta del sistema.
2. Teniendo en cuenta el carácter abstracto de la lengua, el análisis ha de ser sincrónico (sincronía según la RAE: "Método de análisis lingüístico que considera la lengua en su aspecto estático, en un momento dado de su existencia histórica."; en oposición a diacrónico: "Dícese de los fenómenos que ocurren a lo largo del tiempo, así como de los estudios referentes a ellos. Se opone a sincrónico. Díjose primeramente de los hechos y relaciones lingüísticas."), haciendo una abstracción del momento histórico, ligado al habla y no a la lengua.
3. El estudio de la lengua es inmanente (según la RAE: Dícese de lo que es inherente a algún ser o va unido de un modo inseparable a su esencia, aunque racionalmente pueda distinguirse de ella) e implica que la lingüística es una ciencia autónoma y claramente diferenciada de otras disciplinas.
4. La lengua es un sistema de elementos coexistentes, solidarios entre sí y mutuamente dependientes.
Con todo esto la lingüística estructural se opone abiertamente a los estudios decimonónicos que estudian la lengua desde un punto de vista atomista, considerando a los distintos elementos de manera individual y sin ponerlos en relación con los demás, y que además consideran que el análisis del lenguaje es una disciplina auxiliar de otros conocimientos, la lógica, y cuya orientación es meramente comparativa y diacrónica. Entre otras corrientes gramaticales surgidas del estructuralismo nos podemos encontrar con el funcionalismo de Emilio Alarcos Llorach que informa la actual gramática de la RAE.
Tipos de gramática hay muchos, algunos afirmarán que son infinitos partiendo de la idea de un hablante / una gramática, pero reducir la noción de gramática a la de idiolecto (la lengua según la usa cada persona) es prácticamente negar la propia idea de gramática.
Por otra parte, no nos centraremos en gramáticas particulares, pertenecientes a tal o cual autor, sino que trataremos las gramáticas generales, pertenecientes a corrientes lingüísticas. En este sentido reduciremos el estado de cosas, por motivos de espacio, a cuatro corrientes lingüísticas, puesto que las que aquí no se traten parten de alguna de ellas. En la bibliografía podrá encontrarse más información para quien quiera profundizar.
Por orden cronológico las corrientes son:
a) Gramática tradicional
b) Lingüística estructural
La gramática tradicional es la gramática normativa por antonomasia. Se basa en la lengua culta exclusivamente, en un intento de prescribir unas normas que fijen la lengua a un nivel estándar que se entiende como prácticamente culto. En relación a las lenguas romances es una gramática calcada literalmente del latín, y en menor medida del griego, que lo que realmente propugna a nivel teórico es la adaptación de la lengua romance a la gramática latina, con sus peculiaridades y sus fallos. Es una gramática incoherente y antieconómica pero muy exhaustiva que sólo deja de lado los fenómenos del habla en su intento de marcar un camino a seguir por la lengua.
Podríamos resumir las características de una gramática tradicional en:
1. Clara tendencia prescriptiva, es normativa y, en menor medida, descriptiva por el hecho de que la norma debe basarse en una descripción completa.
2. Presenta una gran influencia de las gramáticas grecolatinas, observable en una orientación básicamente morfológica, centrada en el estudio de la palabra y en el uso un método taxonómico a la hora de analizar las partes de la oración, la sintaxis.
3. Su contenido es fácilmente reducible a definiciones, reglas, listas y paradigmas, sin un lugar para la reflexión lingüística.
4. Sólo se ocupa de la lengua escrita, dejando de lado cualquier manifestación oral.
Para la gramática tradicional la lengua no es objeto de la ciencia más que en virtud de ser un estado de cosas susceptible de ser clasificado y ordenado más que analizado.
La lingüística estructural es el fruto de una nueva concepción del lenguaje al ser considerado como objeto de estudio de una ciencia, la lingüística. Surge de los postulados de Ferdinand de Saussure y de su "Curso de lingüística general" (1915) y durante unos años coexiste con las tendencias tradicionalistas, hasta la llegada de la II Guerra Mundial. En ese momento, las teorías del estructuralismo americano se aplican de manera sistemática a la enseñanza de lenguas con el objetivo del adiestramiento lingüístico de los soldados norteamericanos que se desplazan a luchar a otros lugares de habla no inglesa. De aquí surge la lingüística aplicada, de metodología estructural y métodos de enseñanza de lenguas audio-linguales, que tanto éxito tiene entre en las décadas de 1950 y 1960.
El estructuralismo entiende que el lenguaje es una estructura compleja capaz de ser analizada desde el punto de vista de las relaciones establecidas entre sus componentes.
Podemos resumir la corriente estructuralista en estos cuatro puntos:
1. El objeto de estudio propio de la lingüística es la lengua, considerada como un sistema abstracto de signos y opuesta al habla, que no es más que la realización concreta del sistema.
2. Teniendo en cuenta el carácter abstracto de la lengua, el análisis ha de ser sincrónico (sincronía según la RAE: "Método de análisis lingüístico que considera la lengua en su aspecto estático, en un momento dado de su existencia histórica."; en oposición a diacrónico: "Dícese de los fenómenos que ocurren a lo largo del tiempo, así como de los estudios referentes a ellos. Se opone a sincrónico. Díjose primeramente de los hechos y relaciones lingüísticas."), haciendo una abstracción del momento histórico, ligado al habla y no a la lengua.
3. El estudio de la lengua es inmanente (según la RAE: Dícese de lo que es inherente a algún ser o va unido de un modo inseparable a su esencia, aunque racionalmente pueda distinguirse de ella) e implica que la lingüística es una ciencia autónoma y claramente diferenciada de otras disciplinas.
4. La lengua es un sistema de elementos coexistentes, solidarios entre sí y mutuamente dependientes.
Con todo esto la lingüística estructural se opone abiertamente a los estudios decimonónicos que estudian la lengua desde un punto de vista atomista, considerando a los distintos elementos de manera individual y sin ponerlos en relación con los demás, y que además consideran que el análisis del lenguaje es una disciplina auxiliar de otros conocimientos, la lógica, y cuya orientación es meramente comparativa y diacrónica. Entre otras corrientes gramaticales surgidas del estructuralismo nos podemos encontrar con el funcionalismo de Emilio Alarcos Llorach que informa la actual gramática de la RAE.
Los inicios del estructuralismo parten del ginebrino Saussure, concretamente del Curso de Lingüística General (1916), si bien es cierto que no todo el estructuralismo europeo procede directamente de este autor. Pese a que “el Curso” proclama como hecho novedoso el carácter descriptivo y no prescriptivo de la lingüística, dicha diferenciación ya se había formulado con anterioridad. Y también son muchos los precedentes del maestro ginebrino, como es el caso de Whitney, quien ya propugnó que la lingüística era una ciencia histórica, no natural y concibió el lenguaje como instrumento de comunicación y como conjunto de signos, anticipó la noción de arbitrariedad y la autonomía de la lingüística. Sin embargo sí proceden directamente de Saussure, aunque se inscriban dentro de tradiciones lingüísticas más amplias, los círculos de Praga, Copenhague y Ginebra.
El Curso de Lingüística General, publicado póstumamente por sus discípulos Bally y Scheneaye, se considera el primer tratado de lingüística general del siglo XX y es el punto de partida del estructuralismo lingüístico. El maestro ginebrino formuló una serie de principios y dicotomías que van a desempeñar una importancia capital en el desarrollo de la lingüística estructural. Dentro de los principios teóricos y metodológicos, tenemos que el campo de la lingüística es la lengua y no el habla. La lengua es un sistema de signos interrelacionados, pero la lengua también es un sistema de sistemas interdependientes, (niveles fonológico, léxico-semántico y morfosintáctico), un sistema en el que "tout se tient". Más tarde, la lingüística estructural va a desarrollar las nociones de sistema-norma-habla (Coseriu), así como la noción de diasistema, que concibe el carácter polisisemático de las lenguas naturales, donde se dan subsistemas relativamente independientes, como las variantes dialectales y los niveles del lenguaje y los registros del habla, denominados técnicamente variaciones diafásicas, diatópicas y diacrónicas.
La lengua, para Saussure, es una entidad teórica que debe estudiarse como estructura inmanente. Las realizaciones del habla son variantes de la lengua. Sólo las sistemáticas pertenecen al objeto de estudio de la lingüística. Más tarde, la fonología distinguirá el fonema (unidad de la lengua) del sonido (unidad del habla) y también el significado lingüístico de sus acepciones (variantes del habla). Otra distinción fundamental para Saussure es la que establece entre lenguaje en general y lengua, ´lengua histórica´ (los idiomas, como el inglés, el latín, el chino, etc.), en la terminología de Coseriu.
El maestro ginebrino propone la inclusión de la lingüística en la semiología, ciencia de los signos, pero formula un análisis particular del signo lingüístico. El signo lingüístico es arbitrario, lineal y discreto y es de naturaleza biplánica. Está formado por la unión de un significante y un significado. Ahora bien, esta definición del signo se enmarca en otra dicotomía esencial: la que separa sustancia y forma. La sustancia (los sonidos, los conceptos o referentes) no es lingüística. Sólo los aspectos formales de ambos planos y no los sustanciales forman parte del signo lingüístico propiamente dicho. Otra noción esencial es la de “valor”. Forma en el estructuralismo se asocia a relación y a valor, posteriormente, a función.
El valor lingüístico de cada signo depende de su relación posicional respecto de los demás signos de cada sistema existente en la lengua. Así, el valor de un fonema o de un lexema está determinado no sólo por sus rasgos definitorios, sino también por las relaciones (de conjunción y disyunción, de afinidad y oposición) que mantiene con los demás elementos de su mismo paradigma.
A la serie de dicotomías que definen el objeto de estudio de la ciencia del lenguaje o delimitan el campo de acción de las diferentes disciplinas lingüísticas (como lengua/habla y sustancia/forma) habría que añadir la diferencia entre el eje de la selección y el de la combinación de los signos, las relaciones paradigmáticas y sintagmáticas (así las llamó Hjemslev) y la que se da entre sincronía y diacronía. La sincronía es un estado de lengua donde las oposiciones entre los signos funcionan con carácter sistemático.
La diacronía estudia la evolución y el cambio de estados de lengua diferentes, de cambios estructurales, cuyos datos no pueden mezclarse en un mismo análisis en un estudio sistemático de la lengua. Por tanto, cada estado de lengua es un sistema. Hay una lingüística sincrónica, frente a la diacrónica, que deberá estudiar las reestructuraciones del sistema. Un estudio histórico es un estudio de diferentes sincronías.
Por otro lado, la lengua se estudia como ergon (producto) y no como energeia (actividad), en contra de la posición mantenida por Humboldt, planteamiento que será revisado en lingüística con la irrupción de los enfoques pragmáticos. Así se entiende la dicotomía, ya mencionada, que se da entre lengua (sistema) y habla (parole). La lingüística de la lengua es sistemática y la del habla, estilística. La lengua es una realidad intersubjetiva, mientras que el habla son realizaciones particulares de los hablantes, variantes que no afectan a la estructura. La lengua es un sistema de signos, la parte social del lenguaje exterior al individuo.
Otra dicotomía será lo que más tarde se llamaría relaciones paradigmáticas y sintagmáticas. Saussure va a hablar, por una parte, de agrupamientos de signos in absentia, lo que denominará relaciones asociativas. Y por otra, de agrupamientos in presentia, las relaciones sintagmáticas. Los signos se relacionan y combinan en dos niveles de estructuración, el eje de la selección, por un lado, y el de la combinación en la cadena hablada. Las relaciones paradigmáticas definen el valor de un signo por lo que éste es y por lo que no es. El conjunto de posibilidades combinatorias de los signos permite relacionarlos en oposición (eje paradigmático) y contraste, relaciones sintagmáticas.
Una última dicotomía, a la que hemos aludido para hablar del signo, es la que separa sustancia y forma del signo lingüístico. Para Saussure, la lengua es una forma y no una sustancia. Esta diferencia, inspirada en la división aristotélica materia/forma nos permite comprender que la noción de forma se relaciona con estructura y con el valor semiótico de los signos, no con formal en el sentido de realidad observable, como lo emplearán Bloomfield y otros autores.
gramática generativa se refiere a un conjunto de marcos teóricos para el estudio de la sintaxis de las lenguas. Una gramática generativa proporciona un conjunto de reglas o principios que predicen correctamente las combinaciones que aparecen en oraciones gramaticalmente correctas para una determinada lengua. Las ideas básicas de los modelos incluidos en esta corriente tienen su origen en la teoría estándar formulada por Noam Chomsky. El núcleo común de todos los modelos generativos sería el intentar diseñar un dispositivo formal que permita describir, analizar y especificar las oraciones de una lengua natural en forma simple, exhaustiva y general.
Modelos generativistas
Comúnmente, «gramática generativa» suele utilizarse para señalar
exclusivamente la vertiente teórica conducida por Noam Chomsky, es
decir, la gramática transformacional. Sin embargo, en sentido amplio, el término refiere a un grupo mayor de teorías y modelos:
- La teoría estándar (Standard Theory, ST), modelo originalmente propuesto por Chomsky hacia 1965.
- La teoría estándar extendida (Extended Standard Theory, EST), basada en el anterior modelo y en un conjunto de reformulaciones propuestas por Chomsky y sus seguidores. Vigente hasta fines de los 70.
- El marco teórico conocido como Principios y parámetros (P&P).
- La teoría de Rección y ligamiento (Government and Binding Theory, GB). Modelo propuesto por Chomsky y sus seguidores en 1981 a partir de innovaciones a la EST, y desarrollado dentro del marco teórico de P&P.
- El programa minimalista (Minimalist Program, MP), desarrollado también dentro del marco teórico de P&P. Propuesto hacia 1993, replantea el modelo de GB a partir de nociones de economía y buen diseño.
- La gramática relacional (Relational Grammar, RG).
- La gramática léxico-funcional (Lexical-functional Grammar, LFG), modelo propuesto por Joan Bresnan y Ron Kaplan, que se separaron de la corriente chomskyana hacia fines de los 70.
- La gramática de estructura sintagmática generalizada (Generalised Phrase Structure Grammar, GPSG), propuesta hacia fines de los 70 y desarrollada por Gerald Gazdar, Ewan Klein, Geofrey Pullum e Ivan Sag. Se separa de la corriente chomskyana y retoma aspectos de la gramática de Montague.
- La gramática sintagmática nuclear (Head-Driven Phrase Structure Grammar, HPSG), propuesta por Carl Pollard e Ivan Sag. Surge a mediados de los 80 como sucesora de GPSG, aunque retoma aspectos semánticos y sintácticos de otras teorías.
Una gramática generativa debería distinguirse de las gramáticas
tradicionales, que se caracterizan por su carácter prescriptivo, y de
otros enfoques informales, como las vertientes que se inscriben dentro
de la gramática funcional.
En la mayoría de los casos, una gramática generativa debería ser
capaz de generar una infinita cantidad de construcciones sintácticas a
partir de un número limitado de reglas y unidades. Esta propiedad es
conocida como recursividad.
En la actualidad, se postula que el lenguaje humano es el único sistema
de comunicación natural con tal propiedad: evidentemente, la capacidad
del cerebro humano es finita, pero no así las oraciones que puede
generar e interpretar.
La Gramática Generativa moderna, es una teoría lingüística que se
plantea como una hipótesis de adquisición del lenguaje, una teoría que
se propone explicar el conocimiento que el hablante tiene de su lengua.
Esta teoría se limita a sí misma a ciertos elementos del panorama
general, y su punto de vista es el de la psicología del individuo. Le
interesan las formas y los significados que están determinados por la
facultad lingüística, que se concibe como un componente particular de la
mente humana. La naturaleza de esta facultad es el objeto de una teoría
general de la estructura lingüística que pretende descubrir el sistema
de principios y elementos comunes a todas las lenguas conocidas; se
denomina a dicha teoría Gramática Universal.
VIDEOS:
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BIBLIOGRAFÍA:
Trifón(s.f.). Tipos de gramática. Extraído el (29 de septiembre del 2012 ); de:
http://gramatica.galeon.com/aficiones517281.html
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